Volteando a mis recuerdos me he reencontrado con las canciones, la música y las letras que, en su momento, fueron mis acompañantes en las incansables marchas de protesta, en los paros estudiantiles contra la injusticia que nos aquejaba en aquellos tiempos; estudiantes con esperanza e ilusiones fuimos; y materializamos nuestros ideales en hechos y acciones levantando nuestras voces en el unísono canto de "
unidos en la lucha, no nos moverán, como un árbol firme junto al río, no nos moverán" ahora sólo son ecos de lo que un día fue.
Y entre tantos recuerdos comparto esto que encontré:
Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados...
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.
Dadme el silencio, el agua, la esperanza.Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apegadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca.
Hablad por mis palabras y mi sangre.
-Neruda.
